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Netflix vuelve a presentar nuevas normas de uso compartido y los suscriptores internacionales están más enfadados que nunca

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Agárrense fuerte, porque Netflix vuelve a la carga con su última versión sobre lo que significa la palabra “hogar” y por qué es una maldad compartir tu contraseña con tu pareja. El servicio de streaming ha anunciado otra serie de nuevas “características” que impedirán a sus usuarios acceder al servicio fuera de sus respectivos hogares. Y ahora toca esperar a ver si los consumidores aceptan de brazos cruzados los cambios, o cancelan Netflix en todas las definiciones de la palabra.

Sabemos que ha habido mucha confusión sobre cómo compartir Netflix.

Una cuenta de Netflix está pensada para un solo hogar, así que estamos implementando nuevas funciones en Canadá, Nueva Zelanda, Portugal y España (y más ampliamente en los próximos meses) para darte más control sobre tu cuenta…

La nueva política afectará a los suscriptores internacionales de Canadá, Nueva Zelanda, Portugal y España de forma similar a como se han visto afectados los usuarios de América Latina. Según el comunicado de prensa de Netflix, los usuarios tienen ahora “un mayor control sobre quién puede acceder a su cuenta” – un giro interesante en una “característica” que a nadie más que a los altos cargos de Netflix les interesaba. Básicamente, Netflix pedirá a los abonados que configuren su “hogar” y, a continuación, restringirá el uso de la cuenta estrictamente a los miembros de dicho hogar. Los usuarios podrán acceder al servicio a través de una contraseña, pero sólo si pertenecen al hogar en cuestión; si se identifica que no pertenecen, se bloquea el servicio en el dispositivo.

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Los usuarios pueden pagar un extra -entre 5 y 6 dólares al mes, dependiendo del país- para ampliar su “hogar” e incluir a otros miembros, pero eso no parece hacer sentir mejor a los usuarios de los últimos cuatro países que están experimentando la eliminación del uso compartido de contraseñas. Algunos usuarios ya han resucitado el tuit de Netflix de 2017: “El amor es compartir una contraseña”, un tuit que se está utilizando mucho mientras Netflix sigue buscando formas de asegurar sus ingresos.

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Solo ríndete. No se puede girar esto positivamente y te verás horrible sin importar qué. Aquí no hay confusión, está muy claro lo que estás haciendo y a la gente no le gusta. Solo acepta que vas a perder más clientes y lidia con eso.

Las nuevas “características” son menos draconianas que las que se filtraron prematuramente hace unas semanas, que parecían restringir a los usuarios el acceso al servicio a través de una única dirección IP. Pero la empresa parece seguir enfrentándose a la reacción de una base de clientes que lleva años sin ningún tipo de restricción a la hora de compartir.

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Si los cambios de política sólo sirven para que más usuarios abandonen la plataforma, Netflix podría acabar aún peor que antes, y verse obligado a empezar a recortar el contenido original que impulsa gran parte de su tráfico. La empresa se encuentra entre la espada y la pared, y sólo el tiempo dirá si mantenerse firme o ceder a la demanda de los consumidores le permitirá sobrevivir.

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