El director de ‘The School for Good and Evil’ dice que la superproducción de Netflix es una fantasía diferente

La belleza de la ficción de género se reduce a su maleabilidad, no sólo en cuanto a la posibilidad, sino en las posibilidades dentro de la posibilidad; sólo en el género de la fantasía, tenemos los gustos de la alta fantasía, la fantasía oscura, los cuentos de hadas, e incluso el realismo mágico, dependiendo de donde la mente de uno puede ir con todo.

Y esa belleza parece que va a ocupar el centro del escenario cuando The School for Good and Evil, la adaptación cinematográfica dirigida por Paul Feig de las populares novelas de fantasía para jóvenes adultos del mismo nombre, llegue a Netflix este mes de octubre. La película sigue la desalentadora situación de las mejores amigas Sophie y Agatha; la primera es una joven encantadora que parece destinada a convertirse en princesa, la segunda es más bien una marginada que es tachada de bruja. Las chicas pronto se encuentran secuestradas por el director de la Escuela del Bien y del Mal, una dualidad de instituciones donde los estudiantes son moldeados en héroes y villanos, y en última instancia son entrenados para mantener las energías buenas y malas del mundo en equilibrio.

Pronto descubren que sus fortunas se han invertido, haciendo que Agatha acabe en la Escuela del Bien, mientras que Sophie es colocada en la Escuela del Mal. Decididas a encontrar el camino de vuelta a casa, las dos chicas trabajan juntas para conseguirlo, mientras ponen a prueba los límites de su amistad.

En una entrevista con Entertainment Weekly, el director Paul Feig (Spy, Cazafantasmas (2016)) recordó cómo se enamoró al instante del guión de la película y, posteriormente, de los libros en los que se basaba.

“Siempre busco historias de amistad femenina -son mis películas favoritas- y también siempre he querido crear un mundo, y nunca he tenido la oportunidad de hacerlo. Con Los Cazafantasmas conseguí arañar la superficie, pero ése seguía siendo nuestro mundo. Así que esto tenía todo lo que quería. Sólo después de leer el guión empecé a leer los libros, y me enamoré de todo lo que contienen. Son libros muy densos, muy inventivos y divertidos, como Alicia en el País de las Maravillas”.

Continuaría explicando cómo su ángulo con la película implicaba inyectar un tipo de vida muy específico en ella; uno que sería único para esta película, y que brillaría con fuerza.

“Quiero trabajar en todos los géneros, pero el fantástico nunca fue un género que pensara que acabaría haciendo. Es un género difícil de hacer, y es un género muy específico. Pero una vez que lo leí y pude visualizar su mundo, fue realmente divertido. Todo el mundo conoce Harry Potter, todo el mundo conoce Frozen, todas esas cosas, así que mi pensamiento fue: “¿Y si lo hacemos basado en el Art Nouveau?”.

La Escuela del Bien y del Mal se estrenará en Netflix el 19 de octubre.