Basándose por completo en un historial en el que no hizo más que cosechar éxitos constantes de crítica y audiencia en la plataforma a través de Gerald’s Game, The Haunting of Hill House, The Haunting of Bly Manor, Midnight Mass y The Midnight Club, se podría haber pensado que Netflix le dio a Mike Flanagan la libertad creativa para hacer lo que quisiera sin impunidad antes de abandonar el barco por Prime Video.

Resulta que no era ni mucho menos el caso, y el cineasta no estaba muy contento con la frecuencia con la que el servicio de streaming decidió tratar de imprimir a su atmosférica, intensa y aislada historia de vampirismo rural las sucias huellas de una injerencia de mano dura.

De hecho, hubo un momento en particular que Flanagan describió como “la escena más estúpida que he rodado” durante un hilo en BlueSky, y aún así se las arregló para hacer el corte final a pesar de sus protestas.

“Nos presionaron mucho para que ‘añadiéramos sustos’ al piloto de Midnight Mass. Una escena que insistieron en hacer como fotografía adicional era para ayudar a ‘explicar lo que les pasó a los gatos’. Propusieron una escena en la que veíamos al “ángel” acechando y matando a un gato callejero. La odié. Sin embargo, se aferraron a la idea: “Si no vemos esto, nadie entenderá lo que les pasó a los gatos, y esto añadirá un gran susto al piloto”.

Protesté, protesté y protesté, pero al final perdimos la batalla. Así que hay una escena en el primer episodio en la que seguimos a un gato, que simplemente camina, y luego hay una toma POV a través de los arbustos, y luego es agarrado fuera de cuadro. Es como una escena felina de Viernes 13. Sigue siendo la escena más estúpida que he rodado nunca”.

Si alguna vez vuelves a ver Midnight Mass y te preguntas por qué la escena en cuestión está tan fuera de lugar, es porque Flanagan nunca quiso rodarla.