No hay nada malo ni vergonzoso en que un cineasta busque salir de su zona de confort y ampliar sus horizontes, pero tampoco había pruebas que demostraran que Shawn Levy tenía lo que había que tener para dirigir con éxito la adaptación en cuatro partes de Netflix de la novela ganadora del Premio Pulitzer La luz que no puedes ver.

Su filmografía se compone en gran parte de escapadas basadas en efectos que se dirigen a un público amplio, por no mencionar que su experiencia previa en la pequeña pantalla se limita principalmente a películas familiares como El mundo secreto de Alex Mack, Animorphs, La famosa Jett Jackson, la olvidada adaptación de DC Birds of Prey y, por supuesto, Stranger Things.

Por desgracia, si nos fijamos en los actuales índices de aprobación de Rotten Tomatoes, de tan solo el 23 y el 55 por ciento de crítica y público, la primera incursión del director de Deadpool 3 en el drama de prestigio no ha sido un éxito, lo que hace que sea una pena que haya admitido a People que solo pensaba dirigir un episodio antes de convencerse de que era la única persona para el trabajo.

“Cuando leí el primer borrador del primer episodio de la adaptación, mi plan era producir la serie, quizá dirigir un episodio. Pero después de leerlo, supe que tenía que hacerlo todo yo”.

La luz que no puedes ver

cuenta con unos efectos visuales suntuosos y varias interpretaciones estelares de su reparto, pero las deficiencias narrativas y temáticas son evidentes. Algunas personas no están hechas para el drama, y el consenso empieza a ser que Levy es una de ellas.