La marcha de Henry Cavill y el estado de ánimo negativo del fandom parece que están teniendo un efecto real en la tercera temporada de The Witcher y en sus cifras de audiencia.

Hace una semana que la primera parte de la tercera temporada, compuesta por cinco episodios, llegó a Netflix y tomó la historia de Geralt y Ciri donde la había dejado la anterior. Ahora, con una amplia oportunidad para que los fans se hayan puesto al día con la serie, parece que muchos de ellos simplemente están renunciando a verla por completo.

Según un informe de Deadline, cerca de 1,1 millones de hogares en EE.UU. entraron en la plataforma de streaming y vieron la tercera temporada. No es, ni mucho menos, un estreno terrible, pero supone un descenso del 15% en comparación con el estreno de la segunda temporada en el mismo periodo de tiempo.

Es más, parece que el número de espectadores se redujo significativamente a medida que los fans se adentraban en la tercera temporada, con el segundo episodio sumando 893.000 espectadores y el tercero perdiendo 143.000 de ellos. En el quinto episodio, sólo 505.000 de esos espectadores se quedaron.

Los datos parecen sugerir que los ocho episodios de la segunda temporada lograron mantener sintonizados a más de 1 millón de hogares. Así que, cuando se pone esto de lado a lado, la implicación es bastante clara: The Witcher está perdiendo la atención del fandom, y bastante rápido, por cierto.

¿Lograrán los tres episodios restantes redimir a la tercera temporada en términos de participación del público? ¿O se verá obligado Netflix a reevaluar sus ambiciosos planes con respecto al universo fantástico de Andrzej Sapkowski?

Supongo que pronto lo sabremos, porque los últimos episodios llegarán a la plataforma el 27 de julio.