Hay que estar un poco loco para hacer las cosas que hace Tom Cruise, sobre todo porque no tiene por qué hacerlo.

Hay literalmente un ejército de especialistas profesionales que se ganan la vida arriesgando sus vidas en aras de una secuencia de acción, mientras que Cruise es una superestrella de la lista A increíblemente rica que no tiene ninguna obligación de saltar de aviones, descender edificios a rapel, participar en persecuciones de coches a alta velocidad o, en el caso de Misión: Imposible – Dead Reckoning Part One, tirarse en moto por un acantilado y saltar en paracaídas.

Por supuesto, Cruise se ha enfrentado a acusaciones de que es un poco maníaco desde hace bastante tiempo, lo que se agravó por el infame incidente del salto de sofá en Oprah, pero Simon Pegg lo defendió al tiempo que elogiaba su adhesión a la seguridad y la dedicación a su oficio en una entrevista con ScreenRant.

“Cada vez que llegamos al final de una película, siempre me preguntan: “¿Cómo puedes superar esto?”. Y yo siempre respondo: “No tengo ni idea”. Y luego siempre lo hacemos. El hecho es que Tom y McQ simplemente juntan sus cabezas, y Tom sugiere algo que siempre ha querido hacer, por lo general. Y luego lo resuelven.

Tom se entrena para ello; lo investiga. Él trabaja muy duro en hacer el truco, por lo que es tan seguro como sea posible. No es imprudente de ninguna manera. Es un término equivocado llamarlo loco porque no lo es. Es muy cuerdo cuando se trata de este tipo de cosas. Simplemente lo aumentan una y otra vez. Es fascinante de ver y realmente impresionante que realmente logran hacerlo. Y volverán a hacerlo. Es extraordinario”.

Se trata del mismo Tom Cruise que hizo aterrizar un helicóptero en el jardín trasero de Pegg para que pudieran ver películas juntos, así que su romance no se ciñe exactamente a las prácticas habituales. Tanto si crees que está loco como si no, no puedes culpar al veterano Ethan Hunt por su mentalidad y su deseo de entretener a las masas por cualquier medio necesario.