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Kevin Smith no ve ningún problema en los cuestionables cameos de ‘The Flash’

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El rejuvenecimiento es uno de los debates más polémicos en Hollywood en este momento, pero The Flash tarda mucho en llevar las cosas a un nivel completamente diferente al contar con una multitud de actores muertos hace mucho tiempo para cameos sorpresa, e incluso los que todavía están con nosotros están sujetos a trucos digitales.

Aunque es de suponer que los herederos de las difuntas estrellas en cuestión habrán dado su visto bueno, es moralmente cuestionable recrear el rostro de alguien que no ha estado vivo durante mucho tiempo con el único propósito de hacer fanservice en una gran superproducción de cómics.

Sin embargo, Kevin Smith no parece tener ningún problema con que The Flash utilice invitados sorpresa de ultratumba, pero sólo podemos esperar que sus comentarios en una entrevista realizada por Rolling Stone no acaben convirtiéndose en algo literal cuando el cineasta abandone este plano mortal.

“No me molestó en absoluto. Me pareció un bonito homenaje al pasado. No lo sentí como un insulto. Lo sentí como un homenaje. Hay gente que dice: “Sí, pero no están vivos para decir sí o no”. Y usted sabe, yo no conozco a ningún actor que sería como, “No utilice mi imagen cuando estoy muerto.” Como, no entras en este negocio para tratar de ser tímido, ¿verdad? Quieres que te vean. Y, mira, le daré permiso al mundo ahora mismo.

Cuando esté muerto, puedes hacer lo que quieras con mi imagen o con Bob el Silencioso en una película. Lo que quieras. Podrías meterme en porno, tío. Estaré feliz de ser relevante aunque ya no esté por aquí. Trabajé 30 años para dar a conocer mi nombre y mantenerlo en la mente del público. ¿Si alguien va a hacerlo por mí gratis después de mi muerte? Hágalo, por favor”.

Esa puede ser la opinión personal de Smith, pero no es una con la que todo el mundo esté de acuerdo basándonos en algunas de las reacciones más mareantes al final del tercer acto de The Flash. Lo más extraño es que, a diferencia de otros ejemplos, como el Moff Tarkin de Rogue One y el Egon Spencer de Cazafantasmas: Afterlife de Egon Spengler, ni siquiera sirve a la trama. Podrías cortar a los muertos y seguiría siendo exactamente la misma película, que es de donde ha venido gran parte de la ira.

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