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El rodaje de “Depredador” fue una auténtica pesadilla

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“Cuando la leyenda se convierte en realidad, imprime la leyenda”. Así reza una de las frases más famosas del clásico del Oeste El hombre que mató a Liberty Valance. En el caso de la franquicia cinematográfica Depredador, la “leyenda” que rodea a esta saga de películas de ciencia ficción gira en gran medida en torno a todo el amor que la gente tiene por aquella película original. Una serie de secuelas mediocres (a excepción de la excelente Prey, de 2022) no han hecho sino facilitar enormemente la apreciación de la gloriosa artesanía y la pura diversión desplegadas a lo largo de aquella primera entrega de Depredador de 1987. No es de extrañar que la “leyenda” de esta película inaugural gire únicamente en torno a la calidad del producto final y no a todo el tormento que supuso hacer la película.

Sin embargo, detrás de aquella película legendariamente influyente había una producción plagada de problemas que ni siquiera los fornidos músculos de Arnold Schwarzenegger pudieron desviar. Muchos de ellos se debían a los inevitables problemas de rodar una película de género con muchos efectos visuales como Depredador en exteriores incontrolables. Otros obstáculos, sin embargo, se debían a las dificultades para conseguir el reparto y el tono adecuados para una entrada tan singular en el mundo del cine de acción de los años ochenta. La leyenda de Depredador es poderosa, pero se necesitó un esfuerzo hercúleo para sacar adelante esta clásica película de monstruos.

Arnold Schwarzenegger odiaba rodar “Depredador” en el exterior

Cada película es un reto hasta cierto punto. Siempre es difícil reunir a un grupo de miembros del reparto y del equipo y hacer que todos trabajen juntos por un objetivo común, al igual que suele ser un poco engorroso conseguir que muchas personas diferentes se unan por un objetivo singular en cualquier circunstancia. Sin embargo, esas dificultades se agravan cuando tienes que rodar tu película en exteriores implacables. En lugar de rodar en un plató, donde al menos se puede controlar el “tiempo” y la iluminación, proyectos como Depredador se ruedan en lugares auténticos sobre los que nadie puede ejercer su poder. Hasta el más formidable ejecutivo de Hollywood estaría a merced de la madre naturaleza.

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Así ocurrió con Depredador, dirigida por el director John McTiernan y rodada en México. Según Movie-Locations, el reparto y el equipo se encontraban cerca de Puerto Vallarta, un popular balneario, lo que garantizaba que no estuvieran tan aislados del resto del mundo como, por ejemplo, el reparto y los miembros del equipo en el pesadillesco rodaje de Apocalypse Now. Sin embargo, el rodaje de Depredador planteó algunos obstáculos importantes, como la selva o las cascadas. En su autobiografía Total Recall: My Unbelievably True Life Story, Arnold Schwarzenegger recuerda cómo cualquiera de las escenas finales de la película en las que su personaje está desnudo y escondiéndose en el barro del Depredador eran una pesadilla gélida de ejecutar.

Todos esos escalofríos llevaron a Schwarzenegger a calificar el rodaje de “calvario” en lugar de algo por lo que estaría dispuesto a volver a pasar. Estas anécdotas reflejan las dificultades de rodar grandes proyectos como Depredador en términos increíblemente prácticos. Salir al mundo y rodar en entornos auténticos (y, por tanto, a temperaturas brutalmente duras) suele dar como resultado una película más táctil que puede hacer tangible lo increíble. Sin embargo, también puede dar lugar a que los actores vivan experiencias tremendamente arduas que nunca olvidan por las razones equivocadas. Por desgracia, las dificultades de Schwarzenegger con el frío no fueron el único caso en el que el rodaje de Depredador acabó por caminos tan desastrosos.

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Jean-Claude Van Damme casi interpreta a Depredador

Si hubo algún aspecto del rodaje de Depredador que supuso un reto especial, fue el de encontrar un actor capaz de encarnar adecuadamente al monstruo titular. Al ser una figura tan imponente, el Depredador no podía ser interpretado por cualquiera, y en un principio se contrató para el papel a un actor muy idiosincrásico: Jean-Claude Van Damme. Leyenda del cine de acción de los 80, al igual que Schwarzenegger, la estatura única de Van Damme y su don para la interpretación física parecían perfectas para este intimidante monstruo alienígena. Sin embargo, Jean-Claude Van Damme acabó renunciando a este papel clave de Depredador porque… bueno, ahí es donde las cosas se complican. Naturalmente, para un casting tan importante que salió mal, a lo largo de los años han surgido un montón de anécdotas contradictorias que ofrecen diferentes explicaciones de por qué este actor nunca llegó a ser elegido.

Una historia oral del rodaje de Depredador publicada por The Hollywood Reporter refleja las distintas versiones de la marcha de Jean-Claude Van Damme, y la publicación inserta una nota en el artículo para indicar que “casi todas las personas con las que THR habló tenían una explicación diferente, incluidas tres versiones en primera persona del momento en que fue despedido”. La directora de casting Jackie Burch, por ejemplo, afirmó que Van Damme no hizo el papel simplemente porque era demasiado incómodo hacer sus característicos estallidos de fisicalidad en un traje de monstruo. Por su parte, el director de la segunda unidad, Craig Baxley, recordó que Jean-Claude Van Damme enloqueció después de probarse la cabeza inicial del Depredador, hasta el punto de que destruyó esa cabeza de 20.000 dólares en un ataque de histeria. Esto enfureció al productor Joel Silver y, según Baxley, provocó el despido de Van Damme.

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Otro productor, John Davis, ofreció la diplomática explicación de que necesitaban que el actor de Depredador fuera mucho más alto que Van Damme, que medía 1,70 metros, y por eso Kevin Peter Hall (que mide más de 1,80 metros) obtuvo el papel en su lugar. Otra versión es la del actor Richard Chaves, que sugirió que una combinación de Van Damme, que quería que se viera su cara en este papel, y el odio de 20th Century Fox hacia el diseño inicial de Depredador hicieron que se descartara a este famoso actor. Estas versiones contradictorias sugieren hasta qué punto la saga de Jean-Claude Van Damme como Depredador se ha convertido en una “leyenda” en los últimos años. Ah, y no olvidemos que este conflicto de casting surgió cuando el diseño original del Depredador (que tenía un aspecto totalmente rojo que recordaba a un insecto) cayó como un globo de plomo entre todos los implicados en la producción. Se necesitaba un Depredador para Depredador, pero todos los aspectos de esta parte del proyecto iban fatal.

La producción de Depredador fue tan mala que estuvo a punto de cerrarse

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Al final, Depredador se convirtió en un nuevo clásico del cine de acción y en uno de los títulos más destacados de la apilada filmografía de Arnold Schwarzenegger de películas de acción icónicas. Estas historias sobre los horrores del rodaje de Depredador son en cierto modo advertencias, sobre todo las anécdotas sobre el comportamiento del infame productor Joel Silver. Sin embargo, también reflejan la dedicación que tienen el reparto y los miembros del equipo a la hora de realizar un proyecto tan ambicioso. Depredador era un concepto totalmente original cuando se lanzó en 1987. No existía la nostalgia de un viejo cómic, un programa de televisión u otro material preexistente que guiara a todos durante el duro rodaje. Incluso sin ese elemento, los artistas se esforzaron por hacer algo nuevo y emocionante. En otras palabras, los artistas que hicieron Depredador, incluso ante enormes dificultades, “no tienen tiempo para sangrar”.

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