¿Por qué los servicios de streaming abandonan los contenidos originales antes de su estreno?

Todos sabemos que el éxito o el fracaso de un programa de televisión depende en gran medida de los índices de audiencia: si la gente no lo ve, lo más probable es que se cancele. Pero, ¿por qué en los últimos meses se han publicado cada vez con más frecuencia en la prensa noticias sobre programas que se cancelan antes de ver la luz del día?

Como siempre en televisión, la cuestión es el dinero. Para evitar pagar impuestos más altos, varias cadenas de televisión se están dando cuenta de que es más rentable cancelar una nueva serie -incluso una ya terminada- que emitirla e incurrir en elevadas cargas fiscales. El mecanismo es sencillo: si un programa no se emite, se reduce el valor de la empresa matriz. Menos valor equivale a menos impuestos.

Los ejemplos por excelencia son la serie de Disney Plus Nautilus, la historia de origen del Capitán Nemo, y el reboot de fantasía Las crónicas de Spiderwick. La primera se rodó en Australia como una serie de gran presupuesto protagonizada, entre otros, por Shazad Latif, de Star Trek: Discovery, pero en agosto la serie fue archivada poco después de su finalización. Según el Sydney Morning Herald, la intención es intentar vender la serie a otro streamer, aunque no se ha informado de tal venta en el momento de escribir estas líneas.

¿Qué series se verán afectadas?

Disney no es la única que ha tardado tanto en adoptar este enfoque draconiano de la producción. La lista de series que han sido bajas en otros streamers incluye Pantheon, la serie animada de ciencia ficción de AMC, que fue eliminada en enero a pesar de que la segunda serie ya estaba en marcha. (Además, el canal de Warner Brothers TBS retiró la segunda temporada de su comedia Chad en 2021 antes de su emisión, alegando un cambio en su política de creación de contenidos originales, mientras que la cuarta y última temporada de la antigua serie de TNT Snowpiercer también sigue atrapada en el purgatorio.