Un caso de infracción de derechos de autor incoado contra un operador de streaming ilegal por una coalición de grandes distribuidoras ha llegado a su fin y se pagará a empresas como Universal, Netflix y Disney la cantidad de 30 millones de dólares, un año y medio después de que se demandara inicialmente al acusado.

El demandado, Dwayne Johnson (no el actor de Black Adam), gestionaba dos sitios de streaming (AATV y Quality Realstreams) que generaban millones de dólares de ingresos al año por proporcionar acceso a contenidos protegidos por derechos de autor, sin el permiso de las distribuidoras.

Según documentos judiciales presentados el 27 de marzo (vía THR), la resolución de la demanda también incluye una orden judicial que obligará a Johnson a cerrar el funcionamiento de los sitios que cobraban a los abonados por transmitir películas pirateadas, una acción que los estudios demandantes (entre los que también se encuentran Paramount, Warner Bros. y Apple), argumentaron que Johnson realizaba ilegalmente a sabiendas. Basándose en esto, la indemnización por daños y perjuicios es de 150.000 $ por obra infringida.

Los sitios cobraban un servicio básico de suscripción que daba acceso a la mayoría de los contenidos de los estudios y distribuidores mencionados, incluidos los de las franquicias de Harry Potter y El Señor de los Anillos, así como a las respectivas emisiones en directo por cable.

Aunque una plataforma única de streaming para todo lo que ofrecen los mayores estudios y distribuidoras de Hollywood sería muy apreciada en todo el mundo, por el mero hecho de no tener que estar pendiente de dónde está cada cosa, preferiríamos que se hiciera realidad por medios legales. Para estar al día de lo que se dirige hacia dónde, puedes consultar aquí todo lo que llegará y saldrá de Netflix en abril.