‘Velma’ no logra resolver el mayor misterio de ‘Scooby-Doo: ¿por qué Warner Bros. no puede simplemente darles a los fans lo que quieren?

Con el reciente estreno de Velma, de la HBO, no hace falta decir que los amargados fans de Scooby-Doo tienen una queja real con la forma en que Warner Bros. está distribuyendo los derechos de los personajes de Scooby-Doo. Scooby-Doo es propiedad de Hanna-Barbera, que a su vez es una empresa de WarnerMedia, por lo que es Warner Bros. la que tiene luz verde para todos los posibles proyectos relacionados con la franquicia. Esto es bastante irónico, teniendo en cuenta que los fans de Scooby-Doo han estado pidiendo a gritos en los últimos años un contenido que vaya en contra de todo lo que Velma representa.

O bien Warner Bros. ha estado viviendo bajo una roca durante los últimos 20 años, o bien no ha tenido en cuenta en absoluto el voto de la mayoría. Sea cual sea la razón, el mayor misterio que sigue sin resolverse -incluso por los esfuerzos combinados de Mystery Inc.- es por qué Warner Bros. no puede cumplir algunas peticiones sencillas. En resumen, los fans de Scooby-Doo no reciben lo que quieren desde 2004, cuando se estrenó Scooby-Doo 2: Monsters Unleashed. Aunque la secuela no tuvo tanto éxito comercial como Scooby-Doo, de 2002, ha ocupado un lugar muy querido en los corazones de muchos y sigue teniendo seguidores de culto incluso una década entera después.

Mientras Velma sigue tropezando en cada obstáculo, hay proyectos de Scooby-Doo -existentes o preconcebidos- que están muy por encima del mediocre esfuerzo de HBO. Los fans de Scooby-Doo no han tenido mucho que celebrar en los últimos años, especialmente porque proyectos como la comedia directa a vídeo de 2018 Daphne & Velma, la entrañable pero olvidable Scoob! de 2020 y, ahora, la controvertida Velma, decepcionan continuamente, un spin-off no deseado tras otro.

Hay más de 40 cortos animados de Scooby-Doo, muchos de los cuales se consideran los campeones de la franquicia: Scooby-Doo y la leyenda del vampiro, Scooby-Doo en la isla de los zombis, Scooby-Doo y la escuela de demonios y Scooby-Doo y la ciberpersecución, por nombrar sólo algunos. Hay algo cautivador y nostálgico en esas películas de finales de los 90 y principios de los 2000 (y en Ghoul School, de 1988) que intentos metamodernos como Velma nunca podrían reproducir. Pregúntenle a cualquiera, esas cuatro sugerencias -entre muchas otras- siempre se incluyen en cualquier clasificación de las “10 mejores” películas de Scooby-Doo.

Eso no quiere decir que los fans de Scooby-Doo sólo quieran más animaciones de la vieja escuela y nada más. Ya hemos mencionado el rotundo éxito de la película live-action de Scooby-Doo y su secuela, menos triunfante, pero los fans llevan eones pidiendo una tercera entrega de la franquicia. Parece que Warner Bros. está obstinadamente decidida a seguir intentando revivir la franquicia -sólo para fracasar inevitablemente a la hora de cumplir las expectativas- y repetir el proceso una vez más. En realidad, deberían escuchar a los fans. Cada vez está más claro -desde hace más de 15 años- que hay un apetito infinito por Scooby-Doo 3 con James Gunn y el reparto original (Freddie Prinze Jr., Matthew Lillard, Sarah Michelle Gellar, Linda Cardellini y Neil Fanning) y, sin embargo, Warner Bros. no lo está haciendo.

Dicho esto, nos estamos quedando sin tiempo -si es que no lo hemos hecho ya-, ya que muchos de los miembros del reparto tienen más de 40 años, por lo que ya no pueden representar con precisión a adultos jóvenes. Incluso si tuviéramos Scooby-Doo 3, no contaría con el reparto original, así que la oportunidad se está cerrando. Entonces, los fans se amotinarán. Si Velma no ha avivado ya las llamas, es muy posible que Warner Bros. incite a la guerra si no hay pronto algún contenido agradable de Scooby-Doo. Ni que decir tiene que Velma no está dando la talla.

Parece que estos niños entrometidos estarán rascándose la cabeza durante una eternidad intentando resolver este misterio. Esta vez no hay ningún hombre con máscara que desenmascarar, pero Warner Bros. no está haciendo este juego de Cluedo muy justo. Al menos, a los niños de los 90 siempre les quedarán los cortos directos a vídeo para darles una dosis de nostalgia, al menos hasta que el estudio se entere de la aversión del fandom hacia los proyectos “woke”.