Cómo pierde Rick la mano en el cómic de ‘The Walking Dead’?

Advertencia: Spoilers de The Walking Dead: Los que viven a continuación.

Desde su estreno en AMC en 2010, The Walking Dead no ha tenido problemas en alejarse del material original. En los cómics, Lori no es una madre terrible, Carl nunca muere y Daryl ni siquiera es un personaje.

Pero un momento que permanece vivo en la memoria de los fans es la pérdida de la mano de Rick. Este momento es fundamental para el personaje en los cómics, pero nunca llega a la live-action. Ese honor recae en Aaron (Ross Marquand), miembro de la comunidad de Alexandria, que queda atrapado bajo una pila de troncos. The Walking Dead parece preferir hacer homenajes puntuales al momento seminal de Rick (Andrew Lincoln). Su mano ha estado en peligro en la serie, además de ese terrorífico momento en el que Negan (Jeffrey Dean Morgan) exige a Rick que corte la de Carl (Chandler Riggs).

Sin embargo, parece que no hay momento como el presente. Finalmente, tras más de una década de historia, Rick pierde la mano en el primer episodio del spin-off de The Walking Dead, The Ones Who Live. La primera vez que vemos a Rick desde que se le da por muerto, vemos hasta dónde llegará el antiguo líder para reunirse con su esposa, Michonne (Danai Gurira), y su hija.

Lincoln dijo a The Hollywood Reporter que estaba más que feliz de llegar a vivir sus sueños de la mano cortada. Este momento era algo por lo que había estado luchando durante la primera temporada de The Walking Dead, y ahora por fin se ha hecho realidad. Lincoln continuó explicando que era significativo para la historia que están tratando de contar en el nuevo arco de seis episodios.

“Esto es más que un guiño. Es honrar la historia. Es lo que hizo [el creador de The Walking Dead, Robert] Kirkman. Es la naturaleza del mundo que habitamos. Estas personas no son superhéroes. Son personas en situaciones extremas, haciendo cosas horribles -a veces brillantes, pero a veces horribles- para mantenerse con vida y mantener con vida a los que les rodean. Así que tenía muchas ganas de hacerlo y de tener un primer acto muy impactante que hiciera que la gente se sentara y pensara: “Oh, esto es un poco raro. Esto es diferente. Aquí hay peligro real'”.

En la última aparición de Rick en The Walking Dead, detona un puente para destruir a un grupo de caminantes. El movimiento funciona, pero ahora herido, Rick es puesto bajo custodia de los militares de la República Cívica. Operan en una ciudad oculta y están tan interesados en mantener sus secretos, que lo mantienen como prisionero conscripto, atado de manos y todo.

Una noche en el bosque, elige su momento y decide cortarse la mano en uno de sus muchos intentos de fuga. Consiguen capturarlo de nuevo, lo que hace que su decisión sea aún más trágica. Los fans de los cómics reconocerán que este momento es muy diferente -y muy posterior- a lo que ocurre en el libro.

¿Cómo pierde Rick la mano?

Uno de los muchos cambios que la serie de AMC introdujo respecto a los libros fue su brutalidad. La violencia física se atenuó en ocasiones, así como los villanos. En la serie de televisión, el icónico Gobernador de Woodbury (David Morrissey) parece refinado y civilizado en comparación con su homólogo de los cómics. El Gobernador es uno de los antagonistas más reprobables, cuyos crímenes son, en varios casos, demasiado nauseabundos para enumerarlos.

En una de sus primeras interacciones con Rick, deja claro la clase de monstruo que es. Tras capturar a Rick y a su grupo, el Gobernador les interroga sobre su procedencia. Entendiendo que deben tener algún tipo de buen montaje, el Gobernador quiere el control del mismo. Rick se niega a revelar la ubicación de la prisión, lo que lleva al Gobernador a cortarle rápidamente la mano. Esta exhibición es sorprendente y brutal, pero sólo es el principio. El Gobernador sigue atormentando a Rick y Michone, lo que finalmente le lleva a su muy merecida muerte.

El libro no soporta la tontería de humanizar al villano o mostrar que puede ser un buen tipo dadas las circunstancias adecuadas. En términos inequívocos, The Walking Dead trata de mostrar que las personas son el verdadero peligro, y esto es cierto en casi todas las comunidades que Rick encuentra. Lo mismo ocurre con el CRM. Aunque Rick se corta la mano en la serie, no habría tenido que hacerlo si no estuviera bajo un régimen fascista. Es un mundo muerto, y todos estamos viviendo en él.