Tim Burton odiaba todos los títulos alternativos que casi tuvo ‘Beetlejuice’

Una de las películas más esperadas del año, Beetlejuice Beetlejuice, regresó a la pantalla grande con un aplauso de bienvenida. Hasta ahora, la secuela del clásico de culto de Tim Burton ha recaudado más de $251 millones en la taquilla nacional, superando a Batman de Burton de 1989. No es de extrañar que la segunda película más taquillera de la historia del icónico cineasta esté reuniendo a viejos y nuevos fanáticos apenas tres décadas después, aunque es difícil imaginar que el público se refiera a la película de otra manera que no sea su amado título Beetlejuice.

Con un director rentable, un reparto repleto de estrellas que incluía a Michael Keaton, Alec Baldwin, Catherine O’Hara y Winona Ryder, y uno de los cinco grandes estudios cinematográficos vinculado a la película, Beetlejuice tenía desde el principio una receta para el éxito. Sin embargo, Burton se vio envuelto en algunas diferencias creativas con el estudio principal durante la producción de la icónica comedia de terror. Dejando a un lado las bromas, Warner Bros. odiaba infamemente el nombre Beetlejuice, lo que dio lugar a la propuesta de varios títulos alternativos hilarantes que ahora son, sencillamente, inimaginables.

Después de unas proyecciones de prueba preocupantes, Warner Bros. quería cambiar el nombre de ‘Beetlejuice’

Beetlejuice,

 de 1988, sigue básicamente la historia de una pareja recientemente fallecida, Adam (Baldwin) y Barbara Maitland (Geena Davis), que se encuentran rondando su antigua casa para asustar a los nuevos habitantes: la familia Deetz. Cuando sus intentos fallan, invocan al travieso y caótico espíritu Beetlejuice (Keaton) para que los ayude, lo que conduce a situaciones divertidas y payasadas espeluznantes. La película recibió un generoso presupuesto de 15 millones de dólares para explorar creativamente un lado único y retorcido del más allá, todo envuelto en el estilo macabro característico de Tim Burton. A pesar del grandioso planteamiento, Beetlejuice fue una aventura arriesgada para Warner Bros. ya que sus extravagantes personajes, especialmente Betelgeuse, eran un concepto nuevo para los espectadores de cine.

Según Indie Wire, el guionista Michael McDowell se sorprendió de que los fans hicieran la conexión de Beetlejuice con la constelación de Betelgeuse, una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno. Pero este vínculo no importó mucho al estudio, ni tampoco durante los preestrenos cuando la película se proyectó para audiencias de prueba. La preocupación por nombrar a la película con un nombre tan auspicioso, carente de contexto, provocó que el estudio propusiera títulos alternativos al director. En la biografía de Burton, Burton on Burton, recuerda: “Querían llamarla ‘House Ghosts’, y estuvo muy cerca de cambiarlo… Estaba en una reunión y dijeron: ‘Beetlejuice’ no pasa las pruebas, pero ‘House Ghosts’ está en alza”.

Otra sugerencia espantosa del estudio fue “Anonymous Haunted House Story 39480”. Burton se opuso profundamente a estos títulos planos y tontos, ya que socavaban la atmósfera estrafalaria pero gótica del guión. Rechazó la sugerencia de Warner Bros. y sugirió en broma llamar a la película “Scared Sheetless”, que hacía referencia a la escena memorable en la que los Maitland intentaron asustar a los Deetze por primera vez vistiendo sábanas. Cambiar el título de la película a algo tan divertido como esta idea ridícula habría disminuido el significado detrás de Beetlejuice en sí, ya que el infame personaje de Keaton juega un papel clave en la tradición y la naturaleza misteriosa de la historia. Tim Burton, conocido por su macabro sentido del humor, había sugerido el título como una broma por frustración, ¡pero Warner Bros. consideró sorprendentemente usarlo!

El título ‘Beetlejuice’ refleja el encanto oscuro característico de Tim Burton

Beetlejuice, como personaje, es caótico, travieso y absolutamente inquietante: fusiona el terror y la comedia de una manera que solo un cineasta como Tim Burton podría lograr. Las sugerencias de títulos alternativos representaban una desconexión creativa entre el deseo del estudio de un atractivo amplio y cómico y la visión de Burton de una película más singularmente espeluznante y divertida. La participación no deseada del estudio no es nada nuevo, y la presión de los jefes y ejecutivos es algo de lo que ni siquiera un artista como Burton puede escapar. Afortunadamente, el director confía en su estilo y siempre se ha centrado en mezclar lo espeluznante con lo cómico de una manera que se siente única e inquietante, como se ve en sus otros trabajos como Edward Scissorhands y The Nightmare Before Christmas.

Finalmente, se mantuvo el título Beetlejuice, y la decisión final aseguró que la película mantuviera su encanto y su identidad oscura característicos, convirtiéndose en una parte icónica del cine de los años 80. Si la película se hubiera llamado “Scared Sheetless” o uno de los otros títulos potenciales, es posible que Warner Bros. hubiera puesto en peligro el estatus de culto del que Beetlejuice disfruta hoy.