Es un momento bastante peculiar para ser un creativo en la industria del cine y la televisión, por decirlo suavemente; con la huelga de guionistas de la WGA todavía fuerte más de un mes desde que comenzó, el negocio del entretenimiento parece casi listo para entrar en un nuevo paradigma para bien o para mal.

Esperemos que el maltrato inflado de guionistas y actores por igual se deba a una mala previsión de los muchos cambios masivos que se han visto en los últimos años (el principal de ellos la aparición/dominio de los servicios de streaming), aunque el hecho de que se haya permitido que todo siga así tanto tiempo -ya sea la devaluación de actores y guionistas o esta huelga- es poco menos que descorazonador.

Una cosa es segura: el mundo del espectáculo no permanecerá impasible ante esta situación, y para Scarlett Johansson, cuyo proyecto sin nombre del Universo Cinematográfico Marvel -al igual que la mayoría de las películas del MCU que se estrenarán a partir de 2024- ha visto afectada su producción por la huelga de guionistas y posibles actores, nada podría ser más importante en estos momentos.

En una entrevista con Variety, Johansson identificó la huelga como historia a punto de suceder, haciendo un llamamiento a todos los creativos profesionales para que ejerzan tanta presión como sea posible mientras continúa la lucha por pastos más verdes.

“Lo que ocurra en el futuro cambiará para siempre la forma de determinar los ingresos. Es algo que tenía que ocurrir desde hace mucho tiempo, de lo que llevamos hablando mucho tiempo, y por fin ha llegado a este punto de ruptura. Es importante que todos los creativos nos unamos y apoyemos este cambio masivo para poder pasar al otro lado, que lo haremos”.

No cabe duda de que corren tiempos aterradores; con el impío auge de la inteligencia artificial coincidiendo con un momento tan crucial en el mundo del entretenimiento, cabe preguntarse qué nos deparará el futuro no sólo a los creativos que tanto trabajan y son responsables del arte que amamos, sino también a los espectadores que seguimos sujetos a la ilusión de poder elegir.

Dicho esto, por lo que hemos visto hasta ahora de los robots, no podemos decir exactamente que sea lo más intimidante del mundo.