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Melissa McCarthy revela un problema muy específico que tuvo con ‘La Sirenita’

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Melissa McCarthy interpretó tan hábilmente a Úrsula en La Sirenita que es casi el tema principal cuando se trata de hablar de la película, que acaba de estrenarse a finales de mayo. En una entrevista reciente, habló de un problema muy real que el productor masculino John DeLuca y el director masculino Rob Marshall no acababan de entender hasta que ella les hizo una demostración.

Para quienes no hayan visto la película recién estrenada, hay que remontarse a 1989, cuando Pat Carroll puso voz al papel de Úrsula en la versión animada original. La Bruja del Mar sube al barco con su vestido negro, su enorme sonrisa roja y su pelo blanco peinado como el fuego. Atraviesa la cubierta a grandes zancadas sobre sus patas de pulpo y su espalda se balancea de un lado a otro con mucha gracia. DeLuca y Marshall intentaron enseñar a McCarthy ese movimiento y otros más, pero ellos querían más y eso no iba a funcionar, como recuerda la actriz.

En la serie de vídeos “3 rondas” de Entertainment Weekly, McCarthy detalló la experiencia de entrenamiento a la presentadora Alexis Wilson: “John no paraba de decir, apóyate en ello y él no paraba de temblar”. Continuó explicando: “Era un bailarín de Fosse, y no paraba de decir: ‘Baja fuerte cuando estés bajando. Agita, agita, agita cuando hagas tu shimmy'”.

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Luego McCarthy recuerda que Marshall también quería más cuando le indicó: “De verdad, sacude esos hombros tan fuerte como puedas”. Imagínate a Melissa siguiendo su consejo y sacudiendo tan fuerte como podía mientras hacía el shimmy.

En aquel momento, la actriz era la única que sabía cuál iba a ser el problema con eso y trató de explicárselo sencillamente a Marshall: “Cuando sacudes los hombros muy fuerte, pasa una cosa. Cuando sacudo los hombros”, hizo un gesto con las manos en el pecho, “pasa otra cosa”.

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Y añadió: “No puedes sacudir estas cosas de la misma manera”.

Sin entender aún del todo a dónde quería llegar McCarthy, Marshall respondió confuso: “¿Qué?”.

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McCarthy decidió mostrarle lo que quería decir. Cuando terminó de demostrarle lo que pasaría si se sacudiera y contoneara como le estaban sugiriendo, él jadeó, recuerda ella. Eso habría sido ciertamente gracioso, pero su preocupación por convertir la escena en algo que no fuera apto para toda la familia pesó más.

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