El mundo se vio sacudido por una tragedia imprevista el pasado viernes, cuando nos enteramos de la muerte del actor Lance Reddick, que falleció por causas naturales en su casa de Los Ángeles. Tenía 60 años.

Conocido sobre todo por su papel protagonista en la serie policíaca The Wire, los cinéfilos quizá estén más familiarizados con su trabajo en la franquicia John Wick, donde interpretó a Charon, el conserje del Continental de Nueva York en las cuatro películas, y está previsto que repita el papel a título póstumo en la película derivada Ballerina.

Su muerte dejó ayer una gran ausencia en el estreno de John Wick: Capítulo 4 en Hollywood, donde los asistentes lucieron lazos azules en honor a la memoria de Reddick, mientras que su nombre y su rostro aparecían en primer plano en la marquesina. Más allá de su familia, la ausencia de Reddick fue quizá la más sentida por quienes tuvieron la suerte de trabajar a su lado, como la estrella Keanu Reeves, que sólo tuvo lo mejor que decir sobre el difunto actor en una entrevista en la alfombra roja con ET Online.

“Lance es una persona muy bella y un artista especial. Su gracia y dignidad, su brillante carácter eran algo realmente especial. [Estoy] muy agradecido por haber tenido la oportunidad de conocerle y trabajar con él durante casi 10 años”.

Antes de su muerte, Reddick terminó de rodar sus escenas en cada uno de sus cinco proyectos que aún no se han estrenado, entre ellos la mencionada Ballerina, las películas Los hombres blancos no pueden saltar, Shirley y El tribunal militar del motín del Caine, así como la adaptación Disney Plus de Percy Jackson y los Olímpicos, donde interpretará a Zeus en su último papel televisivo.