Documentos judiciales no sellados y testimonios ante el tribunal revelaron que a Amber Heard le preocupaba que el impacto de sus batallas legales con Johnny Depp afectara gravemente a sus contribuciones a Aquaman and the Lost Kingdom, pero eso era sólo una parte de la historia.

La actriz reveló que tenía la impresión de que tanto el director James Wan como la estrella Jason Momoa querían que la despidieran, y aunque el segundo aún no ha comentado nada sobre los últimos rumores, la primera desmintió los rumores afirmando que la verdad no refleja la realidad distorsionada que se está perpetuando.

Sea como fuere, es obvio que la Mera de Heard no tendrá ni de lejos la misma presencia en la secuela que la primera vez, ya que Wan admitió a Empire que nunca planeó mantener su estatus de antigua co-líder de la continuación de la adaptación de DC Comics más taquillera de la historia.

“Es justo que [Heard] dijera eso [sobre la reducción del personaje], porque ella no estaba en mi cabeza mientras trabajaba en esta película. Los actores no saben necesariamente lo que nosotros [los directores] estamos pensando entre bastidores. Pero este fue siempre mi plan. Desde el principio, me propuse que la primera película fuera del tipo Romancing The Stone, una comedia romántica de acción y aventuras, mientras que la segunda sería una comedia de colegas. Quería hacer Tango & Cash”.

En su lugar, Wan ha afirmado en repetidas ocasiones que el Orm de Patrick Wilson ocupará ese vacío para crear una nueva dinámica al estilo de los polis colegas con el Arthur Curry de Momoa, una decisión narrativa que siempre iba a dejar de lado a Heard, independientemente de si se hizo intencionadamente, con rencor o de cualquier otra forma.