Como era de esperar, Marvel Studios ignoró convenientemente las afirmaciones de James Gunn de que estaba muy implicado en dar forma a los próximos 10 a 20 años del contenido cósmico del universo cinematográfico cuando el cineasta fue despedido, abandonó el barco para irse a DC y acabó como codirector ejecutivo de todo el estudio.

Guardianes de la Galaxia Vol. 3 supone un final apropiado para su asociación con los personajes y la franquicia a los que había llamado hogar durante la mayor parte de una década, pero resulta que la influencia de Gunn puede haber sido mucho más profunda de lo que se pensaba. En una entrevista con The Wrap, el guionista y director afirmó que su aportación no se limitaba a las aventuras intergalácticas del MCU, sino a la mayoría de los proyectos que se estaban preparando en un momento dado.

“Asesoraba en todo. Asesoraba en todas las películas de Marvel. Kevin me enviaba el guión de Spiderman y yo le daba mis notas. Me enviaba el guión de Doctor Strange, Captain Marvel, y yo tomaba notas de todos esos guiones. Era realmente como amigo y como alguien que formaba parte del equipo y jugaba en equipo”.

No es por sacar conclusiones precipitadas, pero dado que Gunn lleva seis de seis en proyectos aclamados de cine y televisión en las dos mitologías de superhéroes más importantes de la industria, ¿es una coincidencia que la calidad general de la Fase Cinco y de la Saga del Multiverso en general haya tomado un drástico descenso de calidad desde que decidió encabezar la revisión del DCU?

Como mínimo, se trata de una conspiración infernal, pero la línea temporal coincide sin duda con la disminución del nivel de aportación de Gunn al gran cálculo del MCU, coincidiendo con el hecho de que la propiedad, antes a prueba de balas, ofrezca varias de sus propuestas más flojas en una sucesión tan rápida.