El humor pueril ha sido una de las señas de identidad de James Gunn desde sus primeros días en la industria, hasta el punto de que Sylvester Stallone se negó en redondo a decir una de las líneas de diálogo más inmaduras del cineasta en Guardianes de la Galaxia Vol. 3, pero Chris Pratt ha insinuado que el alumno puede haberse convertido en el maestro.

En una entrevista con IGN, el dúo habló de la logística de la escena en la que Karen Gillan lleva el cuerpo de Star-Lord a un lugar seguro. Sin ánimo de ofender a la Nebula de toda la vida, hizo que pareciera demasiado fácil hacer creer a cualquiera que había levantado a Pratt como si no pesara nada, y resulta que había algo de magia cinematográfica a la antigua usanza de por medio.

En su lugar, Gunn reveló que el equipo de atrezzo había construido una réplica del Peter Quill de Pratt que pesaba unos 10 kilos, que luego puso en su despacho para que la gente “entrara y gritara”. Ni que decir tiene que el protagonista se quedó incrédulo por el trasfondo, preguntándose constantemente por qué el director tendría un atrezo tan realista con el único propósito de permitir que la gente “entrara”.

Puede que Gunn tardara un poco más de lo esperado en pillar el chiste, pero cuando lo hizo, la pareja estalló en una carcajada incontrolable después de que el codirector ejecutivo de DC Studios se diera cuenta de que había insinuado accidentalmente que había una réplica a tamaño real de Chris Pratt guardada dentro de su oficina con el único propósito de… consumo público, por decirlo de alguna manera.

Parece que podría ser un riff de una de sus películas, pero esperemos que no le dé ideas.