James Cameron no se contiene y tacha a la industria del streaming de “esquema Ponzi insostenible”.

James Cameron

, defensor y partidario a ultranza de la experiencia teatral, seguirá figurando en la lista de creadores de alto nivel a los que nunca se verá encabezando un proyecto diseñado exclusivamente para el streaming, lo cual se debe sólo en parte al hecho de que está destinado a pasar la mayor parte de su carrera produciendo secuelas de Avatar.

La lista de talentos de primera fila que nunca han prestado su nombre a un título de cine o televisión a la carta se reduce cada semana, pero sería muy seguro asumir que Cameron está destinado a ser uno de los inquebrantables resistentes, junto con Tom Cruise. En una entrevista con Kim Masters en el podcast The Business, el único director de la historia que ha dirigido tres largometrajes que han recaudado más de 1.500 millones de dólares en taquilla habló sobre el streaming en su conjunto y, como siempre, no se guardó nada.

“Creo que todo el mundo se quedó atrapado en el streaming cuando la pandemia hizo daño, pero no fue así, sino que acabó con el cine. Ahora lo estamos resucitando de la tumba, [pero] mató [a los cines] durante casi un año. Todo el mundo tenía una gran historia para Wall Street sobre cómo iban a crear todo este contenido.

Y por lo que he visto desde lejos, porque no estaba directamente en el juego, parecía que todo el mundo estaba tirando dinero estúpido para generar contenido y tratar de crear un flujo nuevo o constantemente refrescante. Pero ahora me parece que el espectador medio tiene que tener ocho o diez suscripciones diferentes para verlo todo. Así que me parece insostenible, como un gran esquema Ponzi. Creo que va a haber cierta consolidación”.

Se ha preguntado de dónde sacan empresas como Netflix, Amazon y Apple esas reservas aparentemente inagotables de dinero para inyectar decenas de miles de millones de dólares en nuevos contenidos cada año, cuando los ingresos por suscripción son la principal fuente de ingresos, pero James Cameron no daría su opinión sobre algo sin una pizca de hipérbole de por medio.

Después de haber pasado los últimos 30 años revolucionando continuamente la imagen del cine, forma parte de la minoría de Hollywood que puede conseguir todo el dinero que quiera para hacer lo que le venga en gana, así que no tiene ninguna inclinación a mamar de la teta del streaming… y vaya si lo sabemos.