Renfield

ha llegado por fin a los cines y, según todos los indicios, nunca ha habido una historia de Drácula tan fuera de lo común; si eso juega a favor o en contra de la película parece depender de las preferencias personales de cada uno, concretamente del grado de afinidad con la acción salpicada de sangre entretejida con unos diálogos que revientan las tripas y un viaje emocional engañosamente reconfortante.

Pero la pregunta sigue en el aire: ¿veremos así al superhombre devorador de bichos de Nicholas Hoult en una secuela? Renfield, después de todo, ya ha establecido lo que probablemente sea un nuevo récord en el ámbito de las secuelas; de hecho, como secuela oficial de Drácula de 1931, el estreno de Renfield puede ser el más largo que hayamos tenido que esperar para que una película tenga su continuación.

No nos equivoquemos, más Renfield sería muy divertido, pero probablemente haríamos bien en no hacernos ilusiones. Robert Kirkman, que concibió la idea de Renfield y actuó como productor ejecutivo de la película, ya ha dado su opinión sobre las posibilidades de un universo compartido (que, dado el destino del Universo Oscuro, habría sido un buen momento para sacar a colación la definición de locura), y aunque no descartó nada rotundamente en su momento, el entusiasmo con el que elogió a Universal por darles el espacio necesario para hacer una película independiente nos indica que el deseo no está realmente ahí.

Mencionó, sin embargo, que una secuela podría ser posible si Renfield funciona bien en taquilla, pero seamos sinceros, eso vale para casi cualquier película que pueda dar esos beneficios.

En definitiva, probablemente sea seguro descartar Renfield: Lejos de casa como un sueño vacío, pero no dejes que eso te disuada de ver las travesuras codependientes de Nicholas Hoult en Renfield, que actualmente está en los cines.