Los resultados ya están aquí, y EXPEND4BLES ha demostrado ser un desastre absoluto en taquilla, con una secuela repleta de acción a la que le ha ido incluso peor de lo que nadie podría haber predicho.

La semana pasada por estas fechas, el regreso de Sylvester Stallone, Jason Statham y el resto de los viejos mercenarios apuntaba a un debut en Estados Uunidos de 15 millones de dólares, pero al final no se acercó ni de lejos. Con 8,3 millones de dólares, ni siquiera pudo superar a La Monja II en su tercer fin de semana, y son malas noticias para una superproducción que costó 100 millones de dólares.

Un dato aún más alarmante es que EXPEND4BLES es la 22ª secuela de una película consagrada en la que Stallone ha aparecido durante su larga e ilustre carrera, y le ha ido peor que a ninguna de ellas al tener un estreno en salas desde la primera, Rocky II, que se estrenó con 6,4 millones de dólares en 1979. Incluso entonces, la secuela de boxeo recaudó 200 millones de dólares con un presupuesto de 7 millones, lo que equivale a unos 27 millones ajustados a la inflación.

Si excluimos la segunda y la tercera entrega de Plan de Escape porque nunca llegaron a pisar una sala de cine, la cuarta entrega de Expendables ha ganado menos dinero en sus tres primeros días en los cines que cualquier otra franquicia protagonizada por Stallone en 43 años.

Eso incluye incluso las que dirigió pero no protagonizó, como la secuela de Fiebre del sábado noche, Staying Alive, las sucesoras de IPs que no originó, como Miniespías 3-D: Game Over, y, si se quiere, su cameo no acreditado en Taxi 3 recaudó más en su Francia natal que el último regreso de Barney Ross en Estados Unidos. En una palabra, ¡ay!