Uno de los mayores argumentos de venta de la secuela de Sony Venom: Let There Be Carnage fue a la larga bastante redundante, probablemente porque Kevin Feige no estaba demasiado interesado en jugar a la pelota con un estudio rival.

Aunque el director Andy Serkis y la estrella, productor y coguionista Tom Hardy instaron continuamente a los fans a no compartir spoilers antes del estreno de la película, todo el mundo sabía que la escena post-créditos mostraría al Spider-Man de Tom Holland de alguna manera. Y así fue, pero no de la forma que todos esperaban.

Visto en pantalla a través de un reportaje de noticias, parecía como si Feige se hubiera visto obligado a retconear inmediatamente el stinger de No Way Home, cuando Tom Hardy hizo una aparición de una sola escena en el Universo Cinematográfico Marvel que le propulsó de vuelta a su propia realidad, aunque dejó una pequeña astilla de simbionte tras de sí.

Fue breve, dulce, y dejó un impacto apenas perceptible a largo plazo, pero Serkis reveló a GQ que hubo discusiones sobre la posibilidad de tener un papel más sustancial para el web-slinger en Let There Be Carnage.

“No estaba seguro del nivel de implicación que ese mundo tendría con el nuestro, Había borradores que tenían más, un poco más, de lo otro. Lo no dicho. Fue muy, muy cuidadosamente elegido”.

Curiosamente, fue el director de la trilogía de Spider-Man, Jon Watts, quien dirigió la escena final de Let There Be Carnage, así que Serkis ni siquiera era quien estaba detrás de la cámara. Al final todo quedó en agua de borrajas, pero quizá algún día veamos al antihéroe simbiótico y a su archienemigo de los cómics cara a cara de una forma más física.