¿A quién no le gusta un final feliz? Pues a Frank Darabont, que defiende su famoso final deprimente de La niebla.

La adaptación de Stephen King celebra este año su decimoquinto aniversario, y el mundo recuerda la película por una de estas dos cosas: la absoluta lucha que supone verla, y su misántropo final. Las historias de King han sido material de primera para la adaptación cinematográfica, y normalmente no se quiere jugar demasiado con los finales de un afamado escritor. Pero Darabont no tuvo reparos en hacerlo.

Mientras que el libro original terminaba con un rayo de esperanza cuando la radio capta una conexión que sugiere la supervivencia, en la adaptación cinematográfica el protagonista se da cuenta de que ha matado a su propio hijo cuando llegan los militares. Cae de rodillas por el pánico. Vaya, qué final más alegre. Darabont se mantiene firme en la defensa del final, diciendo que el final encaja con el mensaje general de la película.

En declaraciones a /Film, cree que el final resume la idea de que “a veces las cosas no salen bien”.

“Oye, me gusta un final feliz tanto como a cualquiera. Es satisfactorio. Yo tengo un final feliz, Dios lo sabe. Pero también me encanta La noche de los muertos vivientes. También me encanta La Cosa. También me encantan esas películas que realmente se atreven a desafiar al público. A veces las cosas no salen bien y a veces tomas decisiones equivocadas aunque tengas buenas intenciones. La vida es así”.

Pocas veces los directores dan la vuelta a los finales de King con tanta vehemencia como lo hizo Darabont, ya que la mayoría de las adaptaciones tienen miedo de estropear lo que ya es bastante bueno. Es cierto que los finales tristes son eficaces, pero teniendo en cuenta el esfuerzo total de La niebla y la falta de alegría de la película, resulta un poco extraño.

La película de 2007 se inspiró en los relatos de los supervivientes del huracán Katrina y en la idea de que la gente hace cosas desesperadas en tiempos desesperados, pero teniendo en cuenta que el Katrina fue sólo dos años antes, puede que fuera demasiado pronto. La Niebla está actualmente disponible en Netflix.