El director de la primera película de Shia LaBeouf en 3 años cree que el polémico actor merece el perdón

En 2020, la carrera de Shia LaBeouf implosionó tras salir a la luz una serie de inquietantes acusaciones de abuso. Su ex pareja, la cantante FKA Twigs, lo demandó por agresión sexual, asalto e imposición de angustia emocional, con acusaciones concretas de estrangularla e infectarla a sabiendas con una ETS. Esto parecía formar parte de un patrón preocupante, ya que otra ex pareja, Karolyn Pho, afirmó que una vez la inmovilizó contra la cama y le dio un cabezazo hasta hacerla sangrar.

LaBeouf admitió que había sido “abusivo” y pidió disculpas, entrando rápidamente en rehabilitación por abuso de alcohol. Su juicio está previsto para finales de 2023, aunque ya está en la senda del regreso. Su primer papel estrella en tres años será en Padre Pío, de Abel Ferrara, en la que intentará que el público olvide las escandalosas acusaciones de abusos sexuales contra él interpretando a… eh, un sacerdote católico. Sí, ¡con eso bastará!

MovieWeb ha preguntado a Ferrara por qué quería trabajar ahora con LaBeouf, y él ha ofrecido su explicación.

“Acababa de tener una conversión religiosa. Acababa de empezar a recuperarse. Yo estoy en recuperación, así que teníamos eso en común. Lo que yo quería, él lo conseguía, ya sabes. Y yo no sabía mucho sobre él. No necesito saber nada sobre el trabajo de alguien. Me dejo llevar por mis instintos, sobre todo con los actores. Sentía que era el adecuado. Sabía que estaba bien. Y él se subió inmediatamente a su camioneta y se fue a donde fuera, a esa misión a las afueras de Los Ángeles, con los monjes franciscanos. Y se quedó sentado en el aparcamiento. Al final salieron y le dijeron: “¿Qué haces?” Él respondió: “Voy a hacer de Padre Pío”. Estos tipos, no son cínicos, no es una actitud, así que es como, ‘Vale, bien, entra’. Y entonces empezó su nuevo viaje hacia el catolicismo”.

Nunca deja de sorprender la capacidad de los actores blancos para reaparecer con éxito después de cometer actos verdaderamente atroces, e incluso Mel Gibson consiguió por los pelos volver a ganarse la simpatía de Hollywood.

A Ferrara le preguntaron si es realmente una buena idea contratar a un actor que pronto será juzgado por abusos sexuales, físicos y emocionales:

“El perdón es de lo que se trata, de lo que trata Cristo. Y ya sabes, si no puedes encontrar eso… Quiero decir, mucha gente no puede. Sé que no es fácil. Es muy, muy difícil. Es lo más difícil rezar por tu enemigo, poner la otra mejilla, encontrar el perdón, eso es como, es fácil decirlo, no es fácil hacerlo. Pero si no puedes encontrarlo, no veo ninguna esperanza, porque todos somos pecadores. Es decir, todos tenemos la capacidad de ser pecadores. Muy pocos de nosotros caminamos en los zapatos de Jesús”.

Cierto, suponemos. Oye, quizá si Jesús anduviera por ahí buscando a alguien para un papel estrella en su película, ¿quién te dice que no elegiría a alguien que (según FKA Twigs) se jactara de disparar aleatoriamente a perros callejeros? También vale la pena señalar que ha cambiado de opinión: a pesar de disculparse en un principio, su equipo legal argumenta ahora que FKA Twigs no sufrió ningún “daño o pérdida” y que no tiene “derecho a ningún tipo de reparación o indemnización por daños y perjuicios”.

Padre Pío llega a los cines el 2 de junio.