En el cine actual, en el que la inclinación creativa suele quedar en segundo lugar tras el capricho de los grupos demográficos y de discusión, David Cronenberg sigue siendo realista al seguir una estricta política de no censura.

Como explica el director en una nueva entrevista con IGN, su último espectáculo de terror corporal, Crímenes del futuro, no tendrá un montaje del director, porque todo lo que previó ya está en la película.

“No habrá un corte del director porque para mí cada corte es el corte del director”, dijo. “No hay ningún otro corte. No presto atención a la censura ni a nada parecido. Cada país tiene su propia y extraña censura. Si intentas protegerte de todo eso, te paralizas. Así que ignoro todo eso. Y simplemente decido lo que la película quiere”.

Lo que quería su última película era, aparentemente, imágenes perturbadoras de Viggo Mortensen y Léa Seydoux haciendo todo tipo de cosas absurdas en sus cuerpos frente a un público en vivo, en una historia que involucra un futuro distópico donde el dolor físico está desapareciendo lentamente de la sociedad humana.

Para Cronenberg, la violencia extrema es algo que sirve a su narrativa, por lo que no rehuirá de ella cuando todo esté dicho y hecho.

“En algunas películas, la violencia extrema es necesaria en la película”, continúa. “Hay otras películas en las que hay una acción violenta que tiene lugar narrativamente, pero hacerla de forma extrema y sangrienta desbarataría la película, sacaría a la gente de la película por el tono del resto de la película. Por lo tanto, cada película tiene sus propias exigencias y eso es lo único a lo que presté atención completamente con esta película. Y eso para mí es lo normal”.

El director de Un método peligroso asegura a sus fans más acérrimos que sólo se recortaron dos escenas de la película, pero sólo porque eran repetitivas, narrativamente hablando.

Crímenes del futuro se abre paso hoy en los cines de Estados Unidos.