El terror es famoso -o infame, según cómo lo veas- por subirse a cualquier carro que llame la atención y producir un montón de sucesores inferiores. La decisión de reinventar los favoritos de los niños como sangrientos slashers es la última, pero ocurre al mismo tiempo que el éxito de Cocaine Bear ha dado lugar a películas como Crackcoon.

¿Qué hay mejor que un oso que toma tanta cocaína que decide lanzarse a un alboroto asesino? La respuesta es, obviamente, un mapache que ingiere una droga sintética de diseño abandonada en el bosque por un traficante perseguido por la policía, lo que transforma al bicho en una máquina de matar con una sed insaciable de carne humana.

Por si Attack of the Meth Gator no fuera suficiente, alguien ha escrito, rodado, editado y completado de verdad un largometraje sobre un mapache adicto al crack que se lanza a una matanza, lo cual no es una frase que nadie esperara leer. Incluso tiene un tráiler completo, que promete exactamente el tipo de película que espera cualquiera que se entere del título.

Winnie the Pooh: Sangre y Miel fue determinada como una de las peores películas de todos los tiempos, mientras que Cocaine Bear recibió críticas medianamente positivas e hizo un papel decente en taquilla. ¿Dónde acabará Crackcoon en lo que respecta a la última pareja de locos del terror? Es de suponer que mucho más hacia la primera que hacia la segunda, aunque no se puede negar que el factor curiosidad está fuera de serie, basado totalmente en un título tan maravilloso.