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Colin Farrell se disculpa por el mayor desastre de su carrera, pero se conformó con los 20 millones de dólares de sueldo

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Ningún actor de Hollywood acierta siempre, pero pocos han experimentado un desastre de tal magnitud como Colin Farrell y Oliver Stone, que pusieron todo su empeño en la epopeya histórica Alexander, sólo para ver cómo el proyecto que tanto tiempo llevaba gestándose se iba al traste.

El director, ganador de un Oscar, llevaba décadas trabajando en la película, y finalmente montó una producción tan fastuosa como su tema. Las cosas no podrían haber ido peor.

Alexander apenas recuperó en los cines los 155 millones de dólares que costó, perdiendo hasta 100 millones en el proceso, antes de sufrir la ignominia de obtener una puntuación del 16 por ciento en Rotten Tomatoes, seis nominaciones a los Razzie y nada menos que tres Director’s Cuts, que no lograron pulir este particular zurullo.

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Sin embargo, Farrell admitió a The Hollywood Reporter que lamenta el colosal fracaso de la película, aunque no tenía ninguna prisa por devolver su sustancioso sueldo.

“Las expectativas son peligrosas. Alexander era una historia con la que Oliver Stone había soñado desde que estaba en la universidad. Así que, por grande que fuera, por global que fuera, por política que fuera, por emocionante que fuera, por violenta que fuera y por sensual que fuera, era realmente personal, para Oliver y para mí. Tardamos seis meses en rodarla, en tres continentes. Fue increíble. Cuando digo “expectativa”, es que todos teníamos listos nuestros esmóquines. Ni siquiera estoy bromeando. Estábamos todos como, “Bien, chicos, nos vamos a los Oscars. Esto es algo seguro”.

Y entonces salió. Las críticas salieron, y recuerdo a alguien diciendo: “Oh Dios, no es buena.” Y mi publicista dijo: “Realmente no es buena”. Yo estaba como, “Bueno, ¿qué quieres decir con ‘no es bueno’?” Entonces no existía Rotten Tomatoes, así que tenían todas las críticas impresas, y una tras otra me decían que hiciera las maletas, que me habían descubierto: “Alejandro el soso”, “Alejandro el aburrido”, “Alejandro el inarticulado”, “Alejandro el débil”. Yo estaba como, “Mierda”. Pensé: “¿Qué puedo hacer?” Sentí mucha vergüenza. Me encontré en un lugar donde con cada persona que conocía quería decir: “¿Has visto a Alexander? Si es así, lo siento mucho”. Ni siquiera estoy bromeando. No iba a devolverles los 20 millones, pero…”

Si nos dieran 20 millones para hacer algo terrible, quizá nos sentiríamos mal por ello durante un segundo, pero cualquiera que diga que el dinero no puede resolver casi todos los problemas de la vida en un instante se está mintiendo a sí mismo, así que al menos Farrell tenía el dinero de Alexander para enmascarar su decepción.

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