James Gunn sabe lo que es ver cómo una gran superproducción del DCU se hunde en una bola de llamas en taquilla, pero al menos Escuadrón Suicida tuvo la pandemia y un estreno simultáneo de HBO Max como excusa, algo que no se puede decir del Black Adam de Dwayne Johnson.

Tras 15 años con el proyecto, el protagonista y productor finalmente llevó al antihéroe a la gran pantalla, donde le costó ganar el tipo de impulso típicamente asociado con las adaptaciones de cómics de gran presupuesto. De hecho, recientemente se ha informado de que la película podría acabar perdiendo hasta 100 millones de dólares cuando salga de los cines.

Antes de que Black Adam saliera cojeando de los cines, Johnson y el productor Hiram García hablaban de secuelas, spinoffs para la Sociedad de la Justicia, posibles series de HBO Max y el enfrentamiento con el Superman de Henry Cavill que todo el mundo parecía estar esperando. Sin embargo, con una pérdida potencial de nueve cifras, el futuro de la franquicia ha quedado en entredicho.

Es evidente que Johnson se entendió bien con el nuevo régimen de Warner Bros. Discovery, ya que le concedieron su deseo de recuperar a Cavill como el Hombre de Acero, algo que no interesaba a los anteriores directivos. Dicho esto, ahora que Gunn y Peter Safran dirigen DC Studios, ¿invertirán lo mismo en una propiedad que está a punto de registrar pérdidas sustanciales nada más empezar?

Obviamente, The Rock es una estrella demasiado grande como para dejarla al margen y es casi seguro que volverá a vestirse de corto, pero una secuela directa y todo un universo autosuficiente de Black Adam es mucho menos probable ahora que sabemos que está destinada a acabar en números rojos.