Esperas toda una vida a que Netflix estrene una serie original de animación para adultos sobre un samurái vengativo, para acabar estrenando dos en el espacio de 24 horas. No se podría inventar, pero sólo puede haber un ganador en esta batalla tan específica, y es Onimusha.

Apoyada por el inconformista cineasta Takeshi Miike, adaptada de la larga franquicia de videojuegos del mismo nombre y con un tema musical de Måneskin, ganadores del Festival de Eurovisión, es sin duda la más ecléctica de las dos. Desgraciadamente, mientras que la aclamada Blue Eye Samurai tuvo un pésimo comienzo en las listas de audiencia, Onimusha ha decapitado fácilmente a su contemporánea para alzarse con la victoria aplastante.

La primera sólo alcanzó el Top 10 en siete países tras su estreno 24 horas después que su involuntaria rival, pero a la segunda le está yendo bastante mejor, ya que se ha convertido en una de las series de televisión más vistas en 42 países de todo el mundo, según FlixPatrol. Eso aún no ha sido suficiente para que se sitúe entre los 10 mayores éxitos mundiales, pero está seis veces mejor que Blue Eye Samurai.

Sin embargo, ambas merecen la pena, ya que han recibido una respuesta entusiasta por parte de la crítica y de los suscriptores que se desvivieron por verlas. Lamentablemente, el uso que hace Onimusha del modelado tridimensional de última generación sobre exquisitos fondos dibujados a mano ha hecho que las aventuras animadas del Miyamoto Musashi de Akio Otsuka tengan mucho más éxito de entrada que las del Mizu de Maya Erskine.