Cuando surgió el asunto –los reshoots de Liga de la Justicia–, [Charles] Roven me llamó y me dijo ‘necesitamos tu ayuda y necesitamos afeitar el bigote de Henry [Cavill]. Lo necesitamos de vuelta y necesitamos hacer estos reshoots‘. Y le dije ‘mira Chuck, realmente quiero hacer lo que pueda para ayudarte, pero también tengo que pensar en nuestra producción. Déjame hablar con todos y descifrar cómo quedaría nuestra agenda’. Así que hablé con Jake Myers y la recomendación fue que afeitáramos el bigote y Henry se lo dejara crecer nuevamente y que ellos nos dieran los recursos para rellenarlo digitalmente. Porque quieras o no, un bigote falso en un close-up en un lente de 75 mm nunca se verá como algo más que un bigote falso.

Así que ofrecimos lo siguiente: Jake Myers calculó el dinero que tomaría reemplazar el número de escenas y básicamente lo que concluyó fue que tomaría un presupuesto de $3 mdd en efectos visuales. No sé cuánto estuvo Henry en Liga de la Justicia, nunca he visto la película, pero puedo decirte cuánto habría costado a Misión: Imposible el agregar un bigote digital a Henry Cavill y dijimos que sí.  Les dijimos que haríamos lo siguiente: nos dan $3 mdd y paramos y eso dará el tiempo suficiente para que a Henry Cavill le crezca el bigote y sólo pararemos nuestra película. Dijimos que lo haríamos, pero en ese punto alguien de Paramount Pictures nos dijo ‘¿Qué está pasando aquí? ¿De qué están hablando? No hay modo de que hagamos eso’. Sólo dijimos ‘Está bien’. Ese fue el mejor plan que se nos ocurrió.

Los cierres temporales de las producciones sólo suelen hacerse en situaciones extremas. Tal fue el caso de la propia Misión: Imposible Repercusión tras la lesión sufrida por Tom Cruise en el set de filmación. Por ello es fácil entender que los altos mandos del estudio consideraran que retrasar la producción de un blockbuster por un poco de vello facial era algo absurdo y descartaran la opción automáticamente. [via]