Michael Cera estuvo a punto de dejar de actuar

Micheal Cera

aparecerá en la próxima película de Barbie. Aunque el actor alcanzó su mejor momento en 2007 con películas como Superbad y Juno, fue en esa época cuando también sintió más ganas de abandonar.

Cera era aún joven cuando irrumpió de verdad en el panorama cinematográfico, protagonizando las mencionadas comedias adolescentes cuando sólo tenía 19 años. Es cierto que muchos han saltado a la fama a una edad mucho más temprana, pero imaginamos que aún puede tardar mucho en asimilarlo. Fue durante esta época cuando el actor sintió que no estaba seguro de si iba a continuar, y declaró a Deadline que la nueva fama le resultaba “abrumadora”.

Ser reconocido de repente por casi todo el mundo fue algo con lo que Cera luchó: “No sabía cómo manejarme caminando por la calle. La fama te hace sentir muy incómodo en tu propia piel, y te vuelve paranoico y raro”. ¿Quién no se sentiría raro si cada vez que caminas por la calle unos desconocidos te miran, intentan hacerte una foto o te paran sólo para charlar?

Reconoce que su profesión y su fama le han brindado algunas oportunidades fantásticas, como conocer a “un montón de gente increíble”, pero también tiene sus inconvenientes, algunos de los cuales no se sentía “preparado para manejar”. El actor señala a un grupo en particular, y no, esta vez no se trata de paparazzi (son su propia raza especial de pesadilla), sino de gente borracha. Recuerda cómo interactuar con extraños y fans ebrios puede ser una experiencia incómoda.

“Si la gente está borracha, te reconoce y es muy entusiasta… también puede ser algo tóxico. Cuando eres un niño, la gente también siente que puede agarrarte, no son tan respetuosos contigo ni con tu espacio físico. No sabía cómo establecer respetuosamente mis propios límites”.

Un incidente en particular, después del estreno de Superbad, le hizo sentirse muy expuesto, cuando fue a un bar con unos amigos sólo para que todo el mundo le mirara. Cera recuerda que “fue como una sensación de ardor todo el tiempo, como si todo el mundo estuviera tan pendiente de mí”. Esto llevó a Cera a empezar a rechazar papeles y actuaciones que creía que llamarían más la atención sobre él, como ser presentador de SNL, con la idea de dejarlo todo por completo. Sin embargo, le contrataron para un proyecto, Scott Pilgrim contra el mundo, de Edgar Wright, que desde entonces se ha convertido en un clásico de culto.

El actor está agradecido por la experiencia que tuvo en esa película, ya que le ayudó a darse cuenta de lo que quería conseguir con esta profesión:

“Supe que no era sólo avivar constantemente las llamas para ser cada vez más grande. Sabía que ese no era realmente mi objetivo. Creo que quería ser un actor en activo que pudiera disfrutar del día a día y del mundo que me he creado. Creo que eso era lo que intentaba averiguar en general”.

Ha aparecido en numerosos proyectos desde entonces, pasando de comedias a dramas más serios como Molly’s Game y, más recientemente, Black Mirror. Su próxima aparición será como Allen, el único varón que no es Ken y que vive en Barbie Land, en la esperadísima película de la gran Gerwig.