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El showrunner de ‘The Last of Us’ señala el mimetismo con el modelo de negocio de Netflix como factor clave que ha provocado las huelgas

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Craig Mazin

, el showrunner de The Last of Us de HBO, ha ofrecido un audaz análisis de cómo la influencia disruptiva del modelo de negocio de Netflix en la industria del entretenimiento condujo a las huelgas de WGA o SAG-AFTRA.

En una entrevista con Deadline, Mazin no se anduvo con rodeos cuando se le pidió que identificara los cambios y riesgos del modelo de negocio que han creado el actual punto muerto entre guionistas, actores y estudios, señalando la adopción por parte de la industria del enfoque de Netflix.

“Netflix ha distorsionado el negocio, y lo ha hecho la filosofía de Netflix, que es -dudo en utilizar la expresión esquema Ponzi-, pero diré que Netflix está en el negocio de la creación de contenidos apalancados”.

Mazin argumenta que el ritmo sin precedentes de creación de contenidos de Netflix establece un estándar insostenible en la industria del entretenimiento. Además, sugiere que viola un principio empresarial fundamental al inundar el mercado de contenidos. En su opinión, el modelo de Netflix condujo a la sobresaturación del mercado, la inestabilidad financiera y la reticencia a pagar una compensación justa a los creadores e intérpretes.

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“En los últimos cinco años, se ha hecho hincapié en gastar ingentes cantidades de dinero para crear plataformas de streaming diseñadas para competir e imitar el ‘éxito’ de Netflix, algo que no creo que tenga éxito. Al hacerlo, Hollywood deshizo voluntariamente el mismo sistema que había creado y que le había hecho ganar dinero durante más de un siglo. Ahora nos enfrentamos a las consecuencias”.

El showrunner de The Last of Us ahondó en por qué cree que el modelo de Netflix es un invento volátil que se basa en gran medida en crear la ilusión de ser lucrativo mientras se está endeudado.

“Son rentables año tras año, pero ese beneficio se sustenta en una corporación que sigue pidiendo prestado mucho más dinero del que tiene y del que gana. Así que no estoy muy seguro de cómo funciona eso, aparte de decir que lo que ocurrió fue que Netflix empezó a crear contenidos a un ritmo que no creo que ninguna empresa haya emprendido jamás. Nunca. Y, al hacerlo, todos los demás se pararon y dijeron: ‘Supongo que esto es lo que estamos haciendo ahora’, lo cual es chocante, sinceramente, porque siempre entendí que la gente que dirigía empresas entendía de negocios”.

Descuidar la ley de la oferta y la demanda tiene repercusiones. Sin embargo, como estas consecuencias afectan al metafórico “pequeño”, los estudios y los servicios de streaming suelen optar por pasarlas por alto. Mazin explicó cómo perjudica el modelo de Netflix a escritores e intérpretes:

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“Estamos tratando con empresas que no quieren pagar residuales en base al streaming porque cuanta más gente lo vea de forma extraña sospecho que más les cuesta”.

Mazin opina que estas prácticas empresariales son contraintuitivas. Mientras que el frenesí de creación de contenidos ha beneficiado a gigantes del streaming como Netflix, ha repercutido negativamente en guionistas y actores. Además, la aparición de la inteligencia artificial supone una amenaza adicional para su subsistencia, ya que los avances tecnológicos corren el riesgo de sustituir por completo sus funciones. Una vez que la IA pueda generar contenidos de forma autónoma sin intervención humana, los estudios de producción y los servicios de streaming tendrán el poder de eliminar a los guionistas del proceso de creación de contenidos.

“Tampoco quieren decirnos cuánta gente lo ve. Antes lo sabíamos por los índices de audiencia de Nielsen o los ingresos de taquilla o por las ventas brutas de vídeo. Ahora no quieren decírnoslo. No quieren decírnoslo porque algunos programas van mucho mejor de lo que quieren que sepamos o, lo que es más probable, porque muchos programas no se ven en absoluto”.

Mazin cree que el auge de las prácticas empresariales poco éticas ha perturbado un sistema antes estable, obligando a guionistas y actores a abogar por mejores salarios y condiciones de trabajo. Aunque el éxito de Netflix sigue siendo un tema polémico, su modelo de creación de contenidos ha puesto en peligro el futuro de la industria del entretenimiento. El análisis de Mazin sirve como llamada de atención de un destacado conocedor de Hollywood.

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