En una reciente entrevista con BBC Radio 4,  Radcliffe confesó que el origen de sus adicciones provino de Harry Potter. A lo largo de una década, el actor de 30 años fue el protagonista de ocho películas del niño mago creado por la escritora británica J. K. Rowling. Según explicó Radcliffe, la incertidumbre que le ocasionó el final de la franquicia con Deathly Hallows Part 2 (2011) y pensar que, quizá, toda su vida estaría encasillada en el mismo personaje, lo orilló a refugiarse erróneamente en el acohol. 

Mi alcoholismo se debe a Harry Potter. Y empeoró porque me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre y eso me estresaba.

Radcliffe contó que sus problemas de alcoholismo incrementaron a medida que se acercaba el fin de Harry Potter y “un poco después de que terminó”, dijo. Entró en pánico, y debido “un poco por no saber qué hacer a continuación”.

No me sentía cómodo conmigo mismo, ni con la versión sobria de mi. Entonces bebí. Si salía y me emborrachaba, la gente me miraba con curiosidad, porque todavía me veían como Harry Potter. Era Harry pasándose con el alcohol en una bar. 

Ahora, y en parte gracias a su familia, el actor lleva 10 años sobrio.