Michael Bay, se arrepiente de haber hecho esta película de Transformers

Desde sus humildes inicios como una línea de juguetes en la década de 1980 hasta su evolución hasta convertirse en una franquicia cinematográfica multimillonaria, Transformers ha perdurado durante generaciones. Gran parte de su éxito se debe a las populares series animadas y cómics producidos por Marvel, que crearon una mitología que superó los aspectos promocionales para impulsar las ventas de juguetes. Cuando Hollywood empezó a llamar a los Autobots y los Decepticons, era crucial crear un éxito de taquilla monumental que rivalizara con la escala épica de Star Wars y Jurassic Park.

La película original de Transformers de 2007 cumplió prácticamente todas las expectativas gracias a la seriedad tras bambalinas del productor Steven Spielberg y el director Michael Bay. Sin embargo, la secuela de 2009, Transformers: La venganza de los caídos, marcó un fuerte declive en la calidad del que la serie nunca se recuperó. La necesidad de sacar una secuela rápida por el bien de golpear mientras el hierro está caliente resultó desastrosa con los críticos. No fueron los únicos que sintieron que la segunda entrega de Transformers fue un desastre. El maestro de Bayhem incluso considera que La venganza de los caídos es “una porquería”.

Michael Bay culpa a la huelga de guionistas por la baja calidad de la secuela de ‘Transformers’

La trayectoria cinematográfica de Bay está repleta de taquillazos explosivos que triunfaron en taquilla a pesar de críticas mixtas y negativas. Parte de su éxito no se debe solo a su trabajo de cámara y edición hiperestilizados, sino también a contar con buenos productores como Spielberg y Jerry Bruckheimer para frenar sus peores instintos. Sin embargo, este no fue el caso de La Venganza de los Caídos, ya que Bay tuvo que lidiar con la huelga del Sindicato de Actores (WGA) en 2008, como explicó a la revista Empire (vía THR) durante el estreno de Transformers: El lado oscuro de la luna en 2011:

El verdadero fallo de [Transformers 2] es que se adentró en un mundo místico. En retrospectiva, fue una porquería. La huelga de guionistas se acercaba rápidamente. Fue terrible hacer una película donde tienes que tener una historia en tres semanas. Estuve preparando una película durante meses y solo tenía 14 páginas con una idea general de lo que iba a ser. Es una forma absurda de hacer una película…

Aunque la huelga de guionistas ciertamente afectó al proyecto, que dependía en gran medida de un desarrollo argumental, había problemas mucho más graves. Paramount y DreamWorks estaban ansiosos por estrenar la secuela de Transformers en cines tras la recaudación mundial de 708 millones de dólares de la original. Mientras que franquicias cinematográficas populares como Batman y Jurassic Park tardan entre tres y cuatro años en conseguir un guion sólido, talento y una preproducción exhaustiva, la diferencia entre Fallen y la Transformers original fue de solo dos años. Ese tiempo apenas alcanza para mejorar los efectos visuales y crear una historia que valga la pena para la que fue la secuela más esperada del momento.

‘Transformers: La venganza de los caídos’ fue simplificada para complacer a los adolescentes

Imagen vía Paramount Pictures

Mientras que Transformers se trataba como una simple historia de un niño y su primer coche, La Venganza de los Caídos amplió la historia con un Sam Witwicky (Shia LaBeouf) en edad universitaria y su novia Mikaela Banes (Megan Fox), quienes viajan por el mundo con los Autobots para encontrar la Matriz de Liderazgo y resucitar al asesinado Optimus Prime. Si bien el concepto logró reducir sus personajes humanos a Sam, Mikaela y el equipo de fuerzas especiales liderado por el coronel Lennox (Josh Duhamel), son los propios Transformers quienes sufren los peores instintos narradores de Bay.

Con la ausencia de Prime durante buena parte del segundo y tercer acto, gran parte de la atención se centra en Sam, que viaja con el mudo Bumblebee junto a los gemelos Mudflap y Skids. Estos dos últimos fueron las creaciones más ofensivas de Transformers, debido a su forma estereotipada de hablar y comportarse, que parecen caricaturas ridículas. Además, personajes favoritos de los fans, como el gigante Decepticon Devastator, quedan reducidos a una broma a manos del Agente Simmons (John Turturro), mientras que Arcee, la única Autobot femenina, queda relegada a un segundo plano.

Dirigida principalmente a adolescentes en lugar de a fanáticos incondicionales de los robots disfrazados, Bay apostó por el humor escandaloso, las caracterizaciones erróneas de personajes populares de Transformers y el exceso de escenas de Fox que resultan atractivas. Incluso momentos potencialmente hilarantes, como cuando la madre de Sam (Julie White) se coloca con pastel de ganja en el campus universitario, están tan inflados que ocupan más tiempo en pantalla del necesario. Otros aspectos de la secuela parecen resaltar el amor de Bay por el comercialismo, en concreto la inclusión de una imitadora humana de Decepticon que busca seducir a Sam, interpretada por la supermodelo australiana Isabel Lucas.

Aunque La Venganza de los Caídos logró recaudar más de 836 millones de dólares en todo el mundo, la recepción crítica fue mayoritariamente negativa, con una calificación de 19% en Rotten Tomatoes. La franquicia continuó sin los mismos problemas de producción que Fallen, con entregas aclamadas por la crítica como Bumblebee, Transformers: La Rebelión de las Bestias y la película animada Transformers One.